Rodar con los Golpes nos permite hacer ajustes sobre la marcha. Y es que ningún presupuesto es perfecto. Cuando lo elaboramos, tratamos de estimar lo mejor posible los gastos que tendremos. Pero es normal que de repente nos pasemos un poco en alguna categoría, o bien que nuestras necesidades cambien.
Rodar con los Golpes – Regla que nos da la flexibilidad que necesitamos
Pensemos por un momento: la semana pasada hicimos nuestro presupuesto. De repente, nos llegan familiares de provincia a quienes tuvimos que atender, y eso generó un gasto adicional en comida que no teníamos contemplado.
Rodar con los Golpes nos permite hacer los cambios necesarios. En efecto: se vale cambiar nuestro presupuesto, ajustarlo, sobre la marcha. Quizá este mes no iremos cuatro veces al cine, sólo tres. O bien, el corte de pelo puede esperar un par de semanas más.
Cuando cosas como esta suceden, tenemos dos opciones:
a) Reducir el monto que podemos gastar en alguna de las otras categorías de nuestro presupuesto, o bien:
b) Si nos excedimos en el mes, este monto se resta del presupuesto del mes siguiente (es decir, si en marzo gastamos 300 pesos de más, en abril tendremos 300 pesos menos disponibles para gastar).
¿Qué sucede si no seguimos la Regla 3 – Rodar con los Golpes?
Nos sentimos culpables porque “tuvimos” que gastar de mas. O bien, sentimos que de nuevo hemos fracasado: no somos capaces de llevar un presupuesto, es imposible.
Nos quejamos y nos ponemos a pensar que – en realidad – lo que necesitamos es ganar más. El problema es que ningún aumento de sueldo será suficiente si no sabemos manejar nuestro dinero.
El cambio de paradigma de la Regla 3
La Regla 3 nos da la flexibilidad que necesitamos para hacer ajustes en el camino e irnos adaptando a la realidad que estamos viviendo.
Desde luego, tenemos que tomar en cuenta que la Regla 2 nos permite mirar hacia adelante y planear para aquellos gastos grandes que sabemos que se van a presentar. Es decir, nos permite manejar lo previsible.
Pero también tenemos que reconocer que frecuentemente se presentan cosas no previstas y la única forma de manejarlas es haciendo los ajustes necesarios en nuestro presupuesto. La Regla 3 reconoce esta realidad, y nos brinda la flexibilidad que necesitamos para lograrlo.
Desde luego, la flexibilidad va de la mano con la responsabilidad. La Regla 3 funciona básicamente para hacer pequeños ajustes en nuestro presupuesto y adaptarlo a la realidad. Pero no debemos abusar de ella: no es un cheque en blanco para engañarnos a nosotros mismos y gastar de más. Porque la realidad siempre nos alcanza y llegará el día en que ningún recorte sea suficiente.
En los próximos posts continuaremos hablando sobre las cuatro reglas de YNAB – las cuales se deben aplicar de manera conjunta para que tu presupuesto realmente pueda funcionar. Mientras tanto te invito a que reflexiones y a que compartas ¿Cómo piensas que Rodar con los Golpes te puede ayudar?
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