El fuerte temblor que se sentimos muchos de nosotros en la Ciudad de México y en algunos otros estados de la República Mexicana, debe ser también una sacudida de conciencia para muchos de nosotros. A mà me recuerda lo vulnerable que somos ante eventos que no podemos controlar y que pueden afectar seriamente a nuestros bienes y a nuestros seres queridos. Nos invita a pensar sobre la importancia de proteger lo nuestro.
Reflexiones sobre el Temblor
Este sismo me trae muchos recuerdos importantes. Por ejemplo, el sismo de 1985 que me tocó vivir cuando era apenas un muchacho. Estaba a punto de salir a la escuela cuando comenzó todo a moverse con una fuerza que no habÃa sentido antes. Todos nos fuimos a la zona más segura del departamento, y nos abrazamos. Fue terrible: se escuchaban muchos ruidos, crujidos y gritos que parecÃan eternos.
Cuando terminó, entendimos la razón de muchos de esos ruidos: un librero cayó sobre la cama de mi hermana que era apenas una niña pequeña. Si mis padres no la hubieran cargado para llevarla con nosotros, le habrÃa caÃdo encima. Esto la habrÃa matado. Se desprendieron muchos azulejos de baños y cocinas, cayeron algunos cuadros y adornos. También aparecieron enormes grietas en algunas paredes.
VivÃamos en la Colonia Condesa y aunque nuestro edificio no sufrió daños significativos, sà me tocó ver de cerca la enorme tragedia que vivieron muchas personas que perdieron su casa. Más de un amigo perdió algún familiar querido. Muy cerca de donde vivÃa cayeron edificios, y fue impactante ver cómo muchos de ellos se habÃan transformado en un montón de escombro y otros, aunque habÃan resistido, tenÃan daños severos que los hacÃan inhabitables.
Pero quizá lo más terrible fue ser testigo de cómo mucha gente lo perdió todo: su hogar, sus posesiones y en muchos casos, a sus familiares más queridos. Hubo gente que no tenÃa dónde vivir y se instaló en casas de campaña sobre el terreno de lo que alguna vez fue su hogar. Y tuvieron que vivir asà durante muchos meses.
Desde luego que me ha tocado vivir muchas otras tragedias, aunque no de una manera tan cercana. Si uno se pone a pensar, este tipo de eventos no son infrecuentes. Ha habido muchas reflexiones sobre el temblor de Chile que fue también terrible para muchos de nuestros hermanos en aquella gran nación. O sobre la tragedia en Japón por el sismo y tsunami que vivieron. O sin ir tan lejos: los enormes daños que dejó el Huracán Wilma sobre Cancún y la PenÃnsula de Yucatán hace poco tiempo, el Huracán Kena en Nuevo Orléans. Y las inundaciones que todos los años, en México, afectan a tantas personas.
La Importancia de Proteger lo Nuestro
Desde luego, aunque hay muchÃsimas implicaciones, todas estas tragedias nos dejan muy claro la enorme importancia de proteger lo nuestro. Primero a nuestra familia, y luego a todas aquellas cosas que tanto trabajo nos ha costado tener, como por ejemplo nuestro hogar.
Es impresionante darse cuenta de cómo en un paÃs que vive tantos eventos asà año con año, son muy pocas las personas que cuentan con un seguro para su casa. Las estadÃsticas son escalofriantes: menos del 10% de los hogares en México cuenta con un seguro. Lo mismo sucede en muchos paÃses de Latinoamérica: los números no son diferentes.
Pero sobre todo cuando nuestra vivienda, sin duda, es el bien material más valioso que tenemos. Es nuestro hogar, el espacio que nos permite tener un lugar seguro para nuestra familia. Y además es el activo más grande, que representa una parte muy importante de nuestro patrimonio.
El seguro de hogar en muchos casos es un producto que sà está a nuestro alcance. Muchas veces sale más barato asegurar nuestra casa que el coche.
¿Cuántos tenemos asegurado nuestro auto, pero no tenemos un seguro de hogar? ¿Cuántos contamos con un seguro de vida que permita a nuestra familia continuar con su vida si nosotros les faltamos? ¿Cuántos hemos reflexionado sobre la importancia de proteger lo nuestro?