Esta es la primera parte de ¿Cuál es tu Personalidad Financiera?
La serie completa es:
Hace tiempo, un amigo recibió una herencia familiar importante. Tan pronto lo tuvo en su poder, compró un seguro dotal que tenía la característica de que él recibiría un pago mensual igual por 20 años, y el dinero restante al final de ese plazo.
Inmediatamente le dije que había tomado una decisión muy precipitada. Le comenté que si me hubiera consultado, podríamos haber analizado juntos muchas otras alternativas de inversión, que le hubieran permitido generar mejores rendimientos a lo largo de los años y por lo tanto, haberle sacado mucho mejor jugo a esa suma.
Sin embargo, mi amigo sonrió y me dijo: lo sé, por eso no te consulté. Si hubiese hecho eso que me dices, probablemente me lo hubiera gastado en menos de cinco años. Este comentario me abrió los ojos, y me puse a pensar que mi amigo tenía razón: el hombre era un comprador compulsivo y acostumbraba gastar todo lo que ganaba e incluso más: siempre andaba endeudado.
Después de haberlo pensado un poco, me dio gusto lo que hizo: mi amigo se conocía a sí mismo, y aunque posiblemente yo hubiese actuado diferente en torno a ese dinero, hizo lo que a él más le convenía.
Este hecho me hizo recordar una máxima de las Finanzas Personales: si los consejos financieros no toman en cuenta la personalidad y estilo de vida de las personas a los cuales se los ofrecemos, se convierten en palabras que no sirven absolutamente para nada.
Es por ello que hoy quiero hablar acerca de la personalidad financiera – en particular de cuatro de las distintas personalidades financieras con las que me he encontrado, así como algunos consejos que son adecuados a cada una de ellas.
- El Consumista
- El Ordenado
- El Ilusionista
- El Cobarde
Cabe mencionar que cada persona es un mundo, por lo que hay tantas personalidades financieras como individuos. Sin embargo, estas cuatro de alguna manera nos engloban a todos (incluso muchos nos podríamos identificar con más de una personalidad). Debemos por lo tanto de encontrar el equilibrio dentro de nosotros mismos, y de utilizar los consejos que mejor se adapten a nuestro caso en particular. Las Finanzas Personales, como muchos aspectos de la vida, se deben trazar de adentro hacia afuera: es decir, deben partir de nosotros mismos, de nuestros sueños y necesidades más profundas, para entonces dirigirse a lograr nuestros objetivos.
Mañana hablaremos de las primeras dos.
Mientras tanto ¿Cuál es tu Personalidad Financiera? Deja tus comentarios.
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La serie completa de ¿Cuál es tu Personalidad Financiera?
Parte 2 – El Consumista y el Ordenado
Parte 3 – El Ilusionista y el Cobarde
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